BIOGRAFÍA

Manuel Santiago Morato, nace en Los Santos de Maimona, un 24 de marzo de 1934, a penas apuntaba la primavera, con su despertar, su sol, los cantos de los pájaros.

Es un niño fuerte, grande, vivaracho, dispuesto a comerse el mundo, pero 22 meses después recibe una visita inesperada, la poliomielitis, que le dejó postrado durante un tiempo, y gracias a la ayuda de sus padres, médicos etc. consigue mejorar mucho y aunque le queda una minusvalía, él se defiende para ir a la escuela, en la que tantos parabienes y ayudas recibió de su maestro D. Antonio.

Le mandaba hacer murales, dibujar en la pizarra para los demás, pero como contrapartida, en sus viajes a Badajoz le traía material, cuadernos, lápices, etc. para que pudiera plasmar lo que más le gustaba, pintar. Asimismo, le inculcó la afición a la lectura y ya desde bien pequeño leyó a Shakespeare.

A temprana edad, tenía 8 años, se presentó a un concurso de dibujo de la revista "Flechas y Pelayos", y le dieron el primer premio. Este hecho le animó a seguir dibujando y ya por entonces, cuando salía del cine, dibujaba a las artistas o actores y se hacía con los carteles publicitarios para poder copiar cuanto en ellos veía. (conservamos esos recuerdos).

Transcurrió la vida en su pueblo con sus amigos entrañables, con los que ha seguido teniendo relación de mayor, hasta que llegado su momento han ido dejando este mundo. Entre los más queridos por Manuel, está Cipriano Tinoco, amigo incondicional, Anselmo Garay, Fernando Pachón, Ramón Fernández Moreno y de los que aún viven, Antonio Zapata, Juan Antonio Candelario, Rafael Gordillo Garay, José Luis Gancedo...

Persona muy afable de carácter, pese a sus impedimentos físicos, consiguió las metas que se proponía y con ayuda de su abuelo Enrique, viajó a Madrid para ver una exposición internacional. Con ello y algunas otras cosas le picó el gusanillo del arte. Un año más tarde escribe al Ministro de Educación, entonces D. José Antonio Elola Olaso quien le concedió una beca para cursar estudios en Madrid. Se preparó e hizo el ingreso en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, de 1953 a 1959. En ésta época conoció a dos personas que han estado y siguen estando muy cerca de él: Gregorio Crespo Francés y José Ruiz López, amigos fieles, siempre dispuestos a ayudarle y a compartir sus sonrisas y sus lágrimas.

En 1960 prepara oposiciones a Instituto y consigue plaza para impartir dibujo a alumnos de bachiller. Mientras da sus clases (ingresa en el instituto en 1960), también combina esto con la pintura y su primera exposición la hace en 1960. A partir a de ahí se sucederían periódicamente cada año, en diversas salas tanto públicas como privadas, con un gran éxito de crítica y de ventas.

Obtiene varios primeros premios en bienales, concursos y certámenes nacionales. Tiene obra en varios organismos oficiales españoles, Museos y otras empresas. Asimismo ha vendido su obra en New York, Londres, Roma, París. Se ha hecho acreedor por su trabajo esmerado, de las muchas críticas que le han escrito, así como algún poema.

Ya con una edad madura, forma su propia familia y tiene tres hijos Manuel, Miguel Angel y José Luis. Siempre han sido el eje de su vida. Es un hombre hogareño, y les dedica cada día parte de su tiempo.

Morato expresó su especial ternura pintando niños, a los que aportaba una paz especial. De esta producción no queda más que una o dos cosas en su estudio. Sus personajes de teatro y leyenda tuvieron un gran éxito a partir de 1975, cuando le dieron el premio de Caja Madrid por su obra "Homenaje a Brueghel".

En el año 2006 y de la mano de su amigo Cipriano Tinoco, recibe la medalla de oro de su ciudad, impuesta por su Alcalde en esos momentos, José Santiago Lavado, persona comprometida con sus ciudadanos en todos los aspectos, político-económicos, culturales, deportivos.

Los amigos pintores y personas relacionadas con su mundo fueron varias, uno de los más destacados, también de su pueblo era Antero Mancera y su hijo José Mancera. Pepe, además de arquitecto, era un gran acuarelista. Compartió con Manuel muy buenos ratos, sobre todo en las tarde-noches del verano, donde al caer el sol se reunían para charlar, tomar algún vinito y compartir sus vivencias de todo el año. Vaya para él nuestro más grato recuerdo.

Mecenas, incondicional servidor de los pintores es José (Fito) para los amigos, que aún con su profesión de albañil, tiene mucho amor al arte, ha adquirido obras de todos los santeños ilustres, ha hecho un museo etnológico y disfruta convocando actos en donde esté siempre presente la pintura de sus paisanos.

En el mundo de la pintura, tenía especial predilección por Juan Barjola (ya fallecido), Godofredo Ortega Muñoz y por su profesor Eugenio Hermoso, todos ellos extremeños, conservamos algunas fotografías en actos de inauguraciones.
En el mundo de la crítica respetaba a todos, sin límite, pero sentía especial predilección por Manuel Augusto García-Viñolas, ya fallecido y por Tomás Paredes, quien está comisariando y dirigiendo este proyecto. Nuestro más sincero agradecimiento por cuanto ha hecho y hace por Manuel.

Con esta biografía muy resumida, quiero dejar constancia de la seriedad que ponía Manuel en todo lo que hacía, su compromiso con la sociedad y con su arte. Hace pocos días, cuando inaugurábamos la exposición "El Teatro de sus sueños", se acercó a la inauguración un alumno suyo, Juan Carlos Cerrajero, con quien compartimos un rato y nos comentaba lo agradecido que estaba a Manuel por lo que había aprendido como dibujante y gracias a sus enseñanzas se había hecho arquitecto.

Manuel, uno de sus hijos también es pintor, pero los tres llevan los genes del arte, y aunque no se han hecho profesionales, dibujan y tiene sentido lo que hacen, incluso los nietos, Emmanuelle y Miguel, que ya utilizan las acuarelas y rotuladores con destreza. Le han ayudado en el taller desde pequeñitos, y les inculcaba cuantas enseñanzas serían necesarias a lo largo de sus vidas.